Fotografías inéditas del derribo del antiguo Santuario del Rocío. 1963



Desde aquel 31 de julio de 1961 en el que se celebró el histórico Cabildo General en la parroquial de Almonte para acordar construir el nuevo y actual Santuario, se ha escrito muchas páginas, pero quizás haya pasado más desapercibido lo que supuso la posterior demolición de la vieja ermita, que a día de hoy, muchos no han perdonado.

Este 2018, se ha cumplido 55 años de aquel derribo tan doloroso para muchos, y satisfacción para otros, en el que daba paso a un edificio más amplio y que cumplía todas las necesidades que la anterior se veía incapacitado. Una vez organizada la comisión de obras, presentado el proyecto del nuevo Santuario por los señores Balbotín y Delgado Roig, la Virgen debía de ser trasladada hacia a Almonte el 15 de junio, dos meses antes de agosto, como era costumbre, con la idea de comenzar las obras lo más pronto posible.

ABC informaba  que una concentración que se calcula entre noventa y cien mil personas ha tenido lugar en esta villa con motivo del traslado procesional de la Virgen del Rocío, desde su ermita al templo parroquial. Después de ocho horas de marcha, a campo través y por las arenas da la Marisma, el cortejo procesional, iluminado con antorchas, llegó a las afueras de Almonte, donde en el lugar denominado "El Chaparral" aguardaban el obispo de Huelva, doctor Cantero Cuadrado; gobernador civil, señor Pérez Cubillas; presidente de la Diputación Provincial, señor Zorrero Bolaños; vicepresidente de la corporación citada, señor Camacho; capitán de la Guardia Civil señor Infante, y alcalde de la villa, don Heliodoro Carrión. La salida de la ermita fue presenciada por SS. AA. RR. Doña Isabel Alfonsa y Doña Esperanza de Borbón, que acompañaron a la venerada imagen hasta el límite de la aldea del Rocío. En la, gran explanada se produjeron escenas de extraordinaria fuerza y emotividad al ser llevada la Virgen del Rocío, vestida de Pastora, al improvisado altar, donde el obispo procedió a descubrirle el rostro, que la imagen traía cubierto para evitar el polvo en el largo camino. Seguidamente, y a hombros de los almonteños, la venerada imagen fue llevada entre oraciones y clamores por la calle Vizconde de la Palma del Condado y Plaza del Ayuntamiento, bellamente exornadas. Doce horas tardó el cortejo desde su salida de la ermita de la aldea del Rocío al templo parroquial de Almonte, donde la Blanca Paloma será albergada mientras duran las obras de construcción del nuevo santuario. Dentro de unos días se procederá a la demolición de la ermita e inmediatamente seguirá la erección del santuario, toda -vez que la Hermandad Matriz, presidida por don Antonio Millón, espera trasladar a la venerada imagen con suficiente antelación, para la famosa y universal romería del próximo año.

Abeulas almonteñoas por el camino portando los enseres de su Patrona. Foto Serrano


Momento de retirarle el pañito por el Obispo de Huelva Cantero Cuadrado. Foto Serrano

La Virgen del Rocío por la Plaza de su mismo nombre. Foto Periánez

Una vez la Santísima Virgen en Almonte y con la autorización expresa del Obispado, para proceder al derribo de la Ermita, el día 18 de julio de 1963, a las diez de la mañana, se oficiaba la última misa en la misma, por el capellán del Rocío, reverendo D. Francisco de Guevara Sánchez. Inmediatamente después de terminar la Santa Misa, comenzó el desmontaje del retablo y camarín de la Virgen, por un especialista en estos trabajos y varios operarios que habían llegado aquella misma mañana de Sevilla, para tal fin.

Para el derribo de la Ermita, se solicitó presupuestos a los maestros de obras de Almonte, D. Alfonso Medina Pérez, D. Isabelino Báñez Huelva, D. Isaac Báñez Huelva y D. Alfonso Roldán Cruz, siendo aceptado por más ventajoso el de D. Alfonso Roldán Cruz, que lo realizó por un importe total de 155.000 pesetas.

El almonteño Alfonso Roldán Cruz en el derribo de la ermita

Puerta del Sol en el derribo del Santuario a finales de 1963


Alguna que otra fotografía se ha publicado de aquella demolición, siempre enfocado al exterior del edificio, mostrando en aquella emblemática fotografía la llamada Puerta del Sol,  que estuvo albergada durante dos centurias en el famoso “Cuarto de los milagros”. Hace unos días, aparecía en el grupo de facebook “Fotografías antiguas de Almonte, el Rocío, Matalascañas y Doñana”, diez imágenes inéditas del derribo de la ermita. Se trata de unas instantáneas realizadas por el almonteño Fernando Alfaro, trabajador por entonces de la Hermandad Matriz, y que cámara en mano, realizó un amplio reportaje con más de cien fotografías de todo el proceso del derribo.
Las imágenes muestran el proceso de la misma desde el interior del Santuario, hasta ahora desconocidos para muchos, y que en ellas, muestran perspectivas muy desconocidas de la ermita, admirándose su cubierta, coro, presbiterio y la desnudez donde había estado durante dos siglos el retablo-camarín de Francisco de Acosta.


Fotografías inéditas tomadas el 13 de septiembre de 1963


Única nave del Santuario. Observese el coro en la segunda planta; a la izquierda de la nave la que fue entrada principal de la ermita primitiva llamada "Puerta del Sol", quedando albergada en el cuarto o sala de los milagros.

Fotografía de Fernando Alfaro

La cubierta, reformada en 1915 por el parroco Juan Luis Cózar y Lazaro.

Fotografía de Fernando Alfaro

A la derecha de la imagen la entrada al "Cuarto de los milagros" y observese en las paredes de la nave el lugar que ocuparon las diferentes lápidas conmemorativas
Fotografía de Fernando Alfaro
Misma perspectiva del interior antes de la demolición con la Virgen en su camarín.
Años 50

 Pinturas que quedaban ocultas tras el retablo. Posiblemente del siglo XVIII

Fotografía de Fernando Alfaro

Escalofriante la desnudez que deja la ausencia del retablo. Una vista atrás del retablo-camarín en todo su esplendor.

Detalles del retablo-camarín

Ntra. Sra. del Rocío en su camarín

Pinturas del arco del presbiterio
Fotografía de Fernando Alfaro

Las ventanas del altar mayor
Fotografía de Fernando Alfaro

Fotografía de Fernando Alfaro

Fotografías de la fachada y lateral de la ermita
Fotografía de Fernando Alfaro

Fotografía de Fernando Alfaro

Fotografía de Fernando Alfaro

Javi el almonteño

Bibliografías:

MILLÁN PÉREZ, A.. Memorias de la construcción del nuevo Santuario del Rocío. 1963-1969, Sevilla, 1995.

ABC de Sevilla, 18 de junio de 1963. Pg. 28.

Sombrero de la Virgen del Rocío de 1913. Regalo de Manuel Moreno Acevedo

Fotografía de Basilio Alcañiz. Centenario del Rocío Chico de 1913



A las puertas de la Procesión Extraordinaria del centenario de la Virgen del Rocío por su Coronación Canónica que tendrá lugar el próximo día 8 de septiembre, retrocederemos en el tiempo hasta el año 1913, cuando se cumplía el Centenario del llamado Rocío Chico.

En julio de aquel año saltaba en los medios la noticia de que Almonte iba a celebrar en agosto el 100 aniversario del Rocío Chico. Sería por entonces la segunda Salida Extraordinaria producida en lo que iba del siglo XX. La noticia se haría llegar a la invitación de las Hermandades Filiales para asistiesen a los actos previos de la procesión. Una de las novedades de esta conmemoración, sería la del atuendo de la Virgen, acostumbrada a vestir anualmente por el denominado traje de Reina, la prensa avisa de que llevara el “gracioso traje de Pastora”, “con el solo fin de que los forasteros que concurran a las fiestas del Centenario puedan verla”.

Agosto de 1913. Fotografía de Basilio Alcañiz

El atuendo de Pastora es utilizado para trasladar a la Virgen del Rocío desde su ermita hasta el pueblo de Almonte, y viceversa. No hacía mucho de que la Virgen había visitado su pueblo, lo hizo el 21 de diciembre de 1912, permaneciendo en la villa almonteña hasta la segunda semana de mayo de 1913.
Acercándose las fiestas del Centenario, la Hermandad Matriz encargó un nuevo sombrero realizado en Madrid, pero, los gastos corrió a cargo del que era alcalde de Almonte, don Manuel Moreno Acevedo. Alcalde desde 1909 hasta 1913, quiso obsequiar a la Virgen por su amor y devoción a su Patrona tal y como lo heredó de sus antepasados, y que el dinero de la Hermandad fuese para los gastos de la celebración del Centenario.

Manuel Moreno venía de una estirpe de personajes ligados fielmente a la Santísima Virgen del Rocío, entre camaristas, Hermanos Mayores y miembros de junta de la Hermandad Matriz de Almonte. A principios del siglo XX, era uno de los quince primeros contribuyentes del pueblo.

El almonteño Manuel Moreno Acevedo


Como curiosidad, un grupo de almonteños en 1998 vieron la necesidad de realizar un nuevo sombrero de copa alta, a semejanza al de 1913, estrenándolo en el Traslado de aquel año diseñado por Mamé de la Vega. Ocurriría lo mismo en el Traslado de 2012. Lamentablemente el sombrero de Manuel Moreno de 1913 se encuentra desaparecido.


Traslado de 1998
Fotografía de Eugenio Ramírez

Detalles de los lazos. Fotografía de Internet

Regreso al Rocío de 1999. Doñana Tv

Traslado de 2012

Fotografía de Javier Coronel. 2012

Detalles del sombrero. Fotografía de Internet

Detalles del lazo. Fotografía de internet. 

A continuación, describimos el artículo publicado en el periódico “La Provincia” de Huelva del 26 de julio de 1913, titulado “De Almonte”, donde se nos informa de la adquisición del sombrero de la Virgen, y una descripción muy detallada del mismo.


De Almonte

Para la virgen del Rocío. —Sombrero de pastora.

Acompañados del digno juez de esta villa don Julio González Medina, asimos el honor de visitar ayer a la distinguida señora doña Ana Valladolid, quien nos recibió con la amabilidad que en aquella casa es habitual.
Nuestra visita tenía por objeto ver el sombrero de pastora que ha regalado el acaudalado propietario de esta localidad don Manuel Moreno Acevedo a Nuestra Señora del Rocío.
El sombrero fue encargado a Madrid por la Hermandad (Matriz), y don Manuel Moreno, como verdadero devoto de la Virgen, por sus antepasados, por sí ha pagado su importe, con el fin de que la hermandad ingrese el referido importe como donativo para los  festejos del Centenario del “Rocío Chico”
El sombrero es de un gusto exquisito, la paja es finísima, y seis adornos son flores silvestres, amapolas, panchitos, campanillas, lirios, flor de jara, lampazos y espigas de trigo; cáenle, te con elegantes lazadas, por detrás del sombrero unas cintas de seda de unos 25 centímetros de ancho ribeteadas de un valioso encaje de oro; en su conjunto se ve un arte de irreprochable gusto.
Este sombrero se le pone a la Virgen cuando viene al pueblo, para preservarla del polvo del camino, y este año se piensa vestirla así, con el solo fin de que los forasteros que concurran a las fiestas del Centenario puedan verla con el gracioso traje de Pastora.

La Provincia, 26 de julio de 1913
Javi el almonteño

Bibliografía:

La Provincia (Huelva), 26 de julio de 1913.

MUÑOZ BORT, D.: El gobierno municipal de la Villa de Almonte y su representación institucional (Evolución Histórica), Cuadernos de Almonte nª 6. Huelva, 1996.

FLORES CALA, J.: Historia y documentos de los traslados de la Virgen del Rocío a la villa de Almonte (1607- 2005). Cuadernos de Almonte (número extraordinario). Sevilla, 2005.

La olvidada “Corona del Sol” de la Virgen del Rocío



El pasado jueves 12 de abril, fue presentado por el taller orfebre Hermanos Delgado de Sevilla, el diseño de la nueva corona de la Virgen del Rocío con motivo del Centenario de la Coronación Canónica que acontecerá el próximo 2019. La nueva presea que representa la escena de Pentecostés, será ejecutada a base de donaciones por parte de las Hermandades Filiales, como de la Matriz, así como de las no filiales y asociaciones. 

Se prevé que el estreno de la corona se realice en la Romería del Rocío de 2019, coincidiendo con el aniversario de la Coronación.

Con esta nueva adquisición para el patrimonio del Rocío, poco se ha aportado o estudiado a fondo sobre el ajuar o “tesoros” de la Patrona de Almonte. Recientemente la Hermandad Matriz puso en valor este ajuar con la creación del “Museo Tesoro de la Virgen del Rocío”, siendo autentica admiración por las diferentes piezas que lo compone repartidos en las tres salas que se localizan en los triforios del Santuario.

De todas ellas nos fijamos concretamente en una pieza orfebre. Se trata de la olvidada “Corona del Sol”. En su diseño, se representa un sol humanizado y sonriente, de ligera impronta americanista, fulgura resplandeciente en el comedio del sostén arbotante, o imperial, que enlaza el canasto de la corona con su diadema; simpática caracterización de la que ha tomado el popular sobrenombre. Su cestillo, o coronel y picado de lustre, al igual que el resto de la pieza. En esta base, presenta una ornamentación configurada a base de “ces” expandidas que abrazan cartelillas de formato trapezoidal, unas, y oval otras, imitando el engaste de una piedra preciosa, aunque recreadas en el propio metal. Se asienta todo el canasto, a su vez, sobre un aro básicamente ornamentado por enredadas guirnaldas laureas.

Corona del Sol de la Santísima Virgen del Rocío. Exposición 1998.

En la diadema, distintos motivos vegetales decoran los espacios de la media luna invertida que forma la creciente, de tal guisa que la representación de este elemento se distribuye alrededor de un eje central, encarnado por dos “ces” enfrentadas, en torno a un óvalo que recrea una piedra preciosa labrada en metal, del que penden los tallos y hojarascas de dos tulipanes hacia cada extremo, armoniosamente esparcidos por las caídas menguantes del semicírculo. En opinión de la experta de joyería, doña Leticia Arbeteta Mira, la presencia de esta modalidad floral ha podido ser tomada por el orfebre ejecutante de las turquerías. 







Contornean toda la diadema unos rayos flameados y ondulantes que alternan con otros rectos, sobre cuyos remates figuran pinchadas unas estrellas que denotan, en su ejecución, cierta tosquedad, aunque el objeto no queda exento por ello de otros muchos y bellos detalles refinados. Aglutina en total catorce estrellitas que se alinean, de modo equitativo, en rayos derechos ubicados a cada lado de la cruz flordelisada, recreada a base de flor de lis, que se alza como el epicentro de la pieza, al germinar de una flor abierta (una posible rosa silvestre).

Podemos encontrar una corona similar perteneciente a la antigua Cofradía de la Bofetá de Sevilla.

La corona de plata se compone de canasto circular que se abre en tamaño en ritmo ascendente, seis imperiales distintos entre sí y una aureola enmarcada de la que sobresalen una cruz sustentada por ángeles y una serie de haces de luz o rayos zigzagueantes y rectos de modo alterno rematados los segundos en estrellas de siete puntas. La pieza sólo está labrada por una de sus caras, en el caso del canasto o los imperiales en la parte vista, mientas que en el caso de la aureola y sus remates sólo en la parte frontal.

Corona de la Hermandad del Dulce Nombre

Sobre el imperial central de la corona se sitúa un sol asemejando un rostro humano en su esfera y rodeado por una serie de haces de luz que repiten a menor escala los rayos zigzagueantes y rectos de modo alterno, al igual que la corona de la Virgen del Rocío.

Si atendemos al análisis elaborado por el IAPH (Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico) en 2008, la presea del Dulce Nombre es fechable entre 1701 – 1750.
¿Dataría de esta fecha la corona de Almonte? Si comparamos las distintas representaciones existentes de la Virgen del Rocío durante el siglo XVII hacia parte del siglo XIX, podíamos cotejar si esta pieza de plata se acerca al más mínimo detalle en las representaciones de la virgen, ya sea en orfebrería, litografías o pinturas.

Del siglo XVII nos llega dos representaciones de la Virgen del Rocío; la primera se trata de una pieza de orfebrería de plata proveniente de Sanlúcar de Barrameda, un báculo fechado en 1680, a día de hoy es el retrato más antiguo de la Patrona almonteña. La Virgen ataviada con el atuendo de los Austrias, muestra una simple corona de canasto, desprovista de la diadema. Quizás fuese la corona que regalase doña Isabel, mujer del hacendado Hernando Caballero, vecinos de Almonte y fechado ya en 1583. De misma similitud aparece esta corona de canasto en la demanda de plata del siglo XVIII y restaurado en 1813 de los tesoros de la Hermandad Matriz. Debemos de esperar hasta 1696 cuando aparezca una corona con resplandor sobre la Virgen. Esta corona será la que ilustre las distintas representaciones de Nuestra Señora durante todo el siglo XVIII y parte del XIX. 
Báculo de la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda de 1680. Siendo mayordomo Juan Lozano
Azulejo de 1696 de la primitiva ermita del Rocío. Anónimo.
Esta presea pintada en 1696, será plasmada durante el siglo XVIII, en ocasiones coronado los rayos flameados y ondulantes por unas estrellas, mientras tantos en otras se excluyen. Imaginamos que por criterio o precisión del autor de la obra.

Distintas representaciones de la corona de la Virgen del Rocío durante el siglo XVIII

Como dijimos antes, la ilustración de esta esta pieza de plata se extiende hasta el siglo XIX, cuando en 1813, la Virgen adquiere un nuevo juego de plata, el llamado conjunto de rayos biselados, regalo del hermano mayor de Almonte, Juan José Lagares. Corona que se plasmara en numerosas ocasiones durante en este siglo decimonónico con más o menos exactitud. 

Ntra. Sra. del Rocío con el conjunto de rayos biselados de 1813. 

Ante las evidencias gráficas de la Virgen durante estos casi dos siglos, nada tiene que ver la Corona del Sol con estas coronas en sus trazas pictóricas. La presencia del sol humanizado es nula, como de los detalles de la diadema. Si coincide con los rayos flameados y ondulantes.

¿Cuándo aparece la Corona del Sol ilustrada?

Durante el siglo XIX, queda inventariado en dos ocasiones el rico ajuar de la Virgen del Rocío. El primero de ellos fechado el 2 de agosto de 1805, en el que se nos da cuenta de dos coronas: una de plata y la otra de plata sobredorada.

El siguiente inventario es elaborado por el párroco de Almonte don Ángel Márquez Parreño, fechado el 30 de diciembre de 1884. Nos vuelve a indicar la existencia de dos coronas: una corona imperial labrada y cincelada, y otra corona de plata sobre dorada. Recordemos que la corona imperial es la regalada en 1813 a la Virgen, por lo tanto la dos primeras corona citadas en 1805, sobrevive a 1884 la corona sobredorada, perdiéndose el rastro de la corona de plata ¿la corona sin diadema del báculo de Sanlúcar?

Desconociendo por completo si la “corona de plata sobredorada” inventariada en 1805 y 1884 se tratase de la Corona del Sol, en una relación de coplas populares dedicadas a la Virgen del Rocío en el siglo XIX, puede arrojarnos un poco de luz.

La Virgen del Rocío, 

Blanca Paloma, 

Ha estrenado un vestido, 

Manto y corona. 

Esta copla decimonónica recogida en una obra de principios del siglo XX, puede darnos la clave. Del gran legado de la familia Cepeda de la Palma del Condado, se conserva una pintura fechada hacia 1880. La Virgen del Rocío emerge desde sus andas de madera elaboradas por Juan de Astorga en 1820, y entre dos candelabros de plata, la Señora de Almonte aparece encarnada con la Corona sobredorada del Sol, luciendo junto a las ráfagas y media luna de rayos biselados. Por lo tanto, tenemos la primera presencia pictórica de la mencionada corona. 

Pintura de hacia 1880. Perteneciente a la familia Cepeda.
Comparación de la corona con la pintura.

En 1917, el pintor Manuel García Rodríguez, realiza un cuadro de la Reina de las Marisma para el nazareno Juan Luis Cózar y Lázaro, del que había sido párroco de Almonte y posteriormente del Divino Salvador en Sevilla. La Virgen aparece en su divina majestad, elevándose sobre el antiguo santuario, anterior a las reformas de 1918 que cambiarían la fisonomía de su fachada. La Virgen con ráfagas de rayos biselados, vuelve a ser representada con la Corona del Sol, jugando con la intensidad de su dorado con el plateado de las ráfagas. Dicho cuadro presenció todas las reuniones de las Juntas de la Coronación Canónica. Hoy esta obra se localiza en Dos Hermanas, ciudad natal de Cózar y Lázaro.

Pintura de Manuel García Rodríguez . 1917.

Comparación de la corona con la pintura

No volvemos a tener constancia de la presencia de esta corona en más representaciones, ni tan siquiera en fotografías. Quizás cayera por su valor artístico ante la nueva corona de 1919 para la Coronación Canónica que encandiló a los devotos por su belleza y elaboración.

Sin embargo, no deja de sorprender la referencia citada de la copla popular ante el estreno de una corona, y que esta se vea involucrada en un corto tiempo cronológico con la primera aparición de la Corona del Sol en dos pinturas a finales del siglo XIX y principios del XX.

Ahora son varias preguntas las que quedan en el aire, y varias hipótesis la que se plantean; si la corona es de finales del siglo XVII o principios del XVIII, con varias reformas a lo largo del tiempo, o bien, si pudiera haberse adquirido muchos después del año de su ejecución, o si realmente data del siglo XIX como presencia las dos pinturas en la que se retrata por vez primera.

Javi el almonteño.

Bibliografía:

- MAYO RODRÍGUEZ, J.: La Corona del Sol, la revista del Rocío, nº 9, Cadena Ser. Huelva, 2012, pp 41–43.

- CRUZ DE FUENTES, L.: Recuerdo del primer Centenario del Rocío Chico. Huelva. 1913, p 42.

- MUÑOZ BORT, D.: El ayuntamiento de la villa de Almonte y la expansión de la devoción a la Virgen del Rocío (Siglos XIV – XX). Parte segunda”, revista Exvoto, nº 1. Sevilla, 2012, p 38.

- LÓPEZ TAILLEFERT, M. A.: El ajuar de Ntra. Sra. Del Rocío y de su ermita según un inventario del último cuarto del siglo XIX, revista Exvoto, nº 2. Sevilla, 2013, pp 43-58.

- CALDERÓN ALONSO, G.: Nuevos datos sobre el lienzo de la Virgen del Rocío de Manuel García Rodríguez, revista Exvoto, nº 6. Sevilla, 2017, pp 91-102.

- Orfebrería religiosa en la Villa de Almonte 1998, cuadernos de Almonte, nº 14. Huelva, 1996.