17 de septiembre (El origen de la Romería del Rocío)

¿Sabías que la Romería del Rocío se celebraba el 17 de septiembre?

La Procesión de la Virgen del Rocío. Oleo de Santiago Martínez. 1932

Desde aquel lejano 1335, donde consta documentalmente por primera vez la existencia de la ermita de Santa María de Las Rocinas, poco sabemos del transcurso devocional de la imagen por aquellas fechas, salvo alguna documentación sobre lindes municipales, crónicas de monterías y algunas testamentarias a favor de la aquella primitiva ermita. No será hasta la segunda mitad del siglo XVI, cuando verdaderamente comience un gran movimiento en la devoción del Rocío.

Situemosno. Abril de 1653, Almonte. Los almonteños habían recurrido de nuevo en la divinidad intercesión de Nuestra Señoras de Las Rocinas, que algunos ya llamaban Rocío o Rosío, para remediar la escasez de lluvia. Un grupo de personas recorrían aquellas 3 leguas mal contadas que separa la población de la ermita en las marismas, y una vez desde allí, portaban a la solemne imagen de la Virgen hacía la iglesia mayor del pueblo. Estos Traslados se vienen produciendo de forma de rogativas. Al menos hasta ahora, el primer Traslado documentado fue uno producido en abril de 1589, descubierto en fechas recientes por el historiador y Rociólogo Domingo Muñoz Bort.

Una vez ya situada la Virgen en el altar de la Parroquia de la Asunción, comienza los novenarios de misas cantadas a Ntra. Sra. de Las Rocinas para la divina imploración de la lluvia. Poco se sabe de los meses posteriores de la estancia de la Virgen, hasta el mes de junio, que sería una fecha trascendental para la historia del Rocío y Almonte.

El lunes 24 de junio, se celebraba un pleno en el ayuntamiento almonteño, del cual se dice que “…este cabildo debajo de la obediencia del Sumo Pontífice acuerda que el día de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, veinte y nueve de este mes, este Cabildo haga juramento de la Concepción de Nuestra Señora con invocación de Santa María de las Rocinas, a quien en esta villa tiene por Patrona, con fiesta y sermón perpetuamente para siempre jamás a quien confiesa tantos innumerables beneficios y mercedes…

A parte de aprobar que se efectúe el Voto de la Limpia Concepción de María, se anuncia que esta villa la tiene “por Patrona”, es decir, es la principal devoción del pueblo a los que todos recurren, pero que debe hacerse formal su Patronazgo el 29 de junio, cinco días después.


Acta del patronazgo. 29 de junio de 1653



“…Y para que esto sea estable, firme y permanente para siempre jamás, votamos por Patrona de esta Villa a la Reina de los Ángeles Santa María de las Rocinas, y la solemnidad de la fiesta, con misa solemne y sermón, en el día que acordáremos y determináremos en nuestro Ayuntamiento…gloria y honra de su Santísima Madre, defensa de la fe católica, exaltación de la iglesia Romana y verdadero cumplimiento de este voto, hecho en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de la villa de Almonte, en domingo veinte y nueve días del mes de junio de mil seiscientos y cincuenta y tres años…

Con este juramento ocurrieron cuatro hechos trascendentales; el primero es el voto Concepcionista, que venía siendo proclamado en la ciudad hispalense desde 1615; el segundo hecho es el patronazgo de la Virgen sobre la villa de Almonte, intercesora en los momentos más afligidos para la población. El tercero es la creación de una fiesta, a lo que hoy llamamos Romería; y el cuarto, el cambio de nombre de Rocinas a por el de Rocío. Este último no lo refleja en el acta, sino en el acuerdo del 24 de junio. Hasta 1678, los nombres de Rocinas y Rocío, serán nombrados simultáneamente en los textos, hasta que definitivamente el de Rocinas se desvincula de la Virgen. 



Actas del patronazgo de la Virgen del Rocío. 29 de junio de 1653. 


El 17 de septiembre de 1657 (La primera vez que se celebra la Romería del Rocío)

¿Qué día fue el elegido para celebrar “la Fiesta de Nuestra Señora del Rocío”? La respuesta la encontramos cuatro años después del patronazgo. Primero se acuerda de defender la Limpia Concepción de Ntra. Sra. en un acuerdo de cabildo fechado el 15 de febrero de 1657 “…hazer bien y fielmente sus oficios como son obligados fueron recibidos por alcaldes y regidor como su excelencia lo manda y so cargo del dicho juramento prometieron de defender la limpieza de la Concepción de Nuestra Señora como este cabildo lo tiene jurado…” Y luego, la decisión de escofer fecha para la celebración se tomaría en un acuerdo del 14 de septiembre de 1657 “…En este cabildo diputaron para la fiesta de Nuestra Señora de la Rosina, patrona de esta villa, que el día del nombre de María a diez y siete de este mes…” ¿el día del nombre de María el 17 de septiembre?

Actualmente la iglesia celebra el día del Dulce Nombre de María el 12 de septiembre, pero el día de esta celebración ha ido variando con los años. Con una aprobación apostólica del año 1513, empezó a celebrarse en la Iglesia de Cuenca con rito doble el día 15 de septiembre, de la Iglesia de Cuenca pasó esta celebración a la de Toledo, y de aquí a las demás Iglesias de España. Pero pareciendo el día 15 impropio o menos apto para celebrar, por ser el día de la octava de su Natividad (el de María), el 16 de enero de 1587, se asignó por el Papa Sixto V, que se celebrara “el 17 de septiembre”.

A partir de 1684, la fiesta pasó al 12 de septiembre, para conmemorar la victoria de Viena, que tras sesenta días de asedio, fue liberada por la Victoria de Kahlemberg, obtenida el 12 de septiembre. Este cambio fue por intercesión del Papa Inocencio XIl, como una acción de gracias.

Acta plenaria del ayuntamiento de Almonte del 14 de septiembre de 1657.  AMA. LEG. 5. Se diputa celebrar la fiesta a Ntra. Sra. de Las Rosinas el 17 de septiembre. 

Documento ampliado


Continuemos con el Rocío. Tras el documento de 1657 en el que se atestigua la celebración de la fiesta a Ntra. Sra. Del Rocío con misa solemne y sermón y consiguiente la santísima procesión, nos llega un acuerdo tomado el 15 de septiembre de 1659, en el que se recuerda que el cabildo tiene obligación por voto de hacer “la fiesta del Nombre de Nuestra Señora”, ya que a día 15, no se ha hallado predicador para la fiesta, por lo tanto se transfiere para el primer domingo del mes de noviembre que se celebra la fiesta del patrocinio de su majestad la Virgen Santísima Nuestra Señora, que se haga la fiesta que el cabildo tiene obligación de hacer a “Santa María del Rosío” conforme el dicho voto, entendiéndose solo por este año, en adelante, que se haga en el día del Dulce nombre de Nuestra Señora como está votado “…dijo que se ha de hacer la fiesta por siempre jamás en el día del Nombre de María a diez y siete de septiembre…”

Resulta insólito que se celebrara en noviembre, alejado del marco climático primaveral que estamos acostumbrados en los meses de mayo y junio. Volviendo a los acuerdos municipales, el 29 de enero de 1668, el cabildo acordó que por cuanto se hizo el juramento defender la pureza y limpieza de Nuestra Señora, a quien tomó por abogada y patrona de esta villa y de hacerle cada un año una fiesta en su honor por septiembre, ya que en 1665, 1666 y 1667 no se ha podido realizar; se acuerda que se haga la fiesta “…y se libre lo que importase de los propios de este consejo, y asimismo se libre ciento y quince reales y medio para diez libras y media de cera para los capitulares y criados del cabildo el día de la Candelaria…”

El cambio de la “Fiesta” a “Pentecostés”

En 1670 será el año que se cambie la fecha de la fiesta a la segunda pascua de Pentecostés, ya que pudiera estar motivado el cambio de estación de verano a otoño, una época perjudicial para la agricultura y ganadería de la Villa, siendo solventado el cambio de fecha a Pentecostés, que “no sin mística alusión” el nombre de “Rocío”, está lleno de contenido teológico y bíblico. En más de una ocasión fue invocada la intercesión de la Virgen por el “Santo Rocío de sus aguas”, en las traslaciones al pueblo cuando se la imploraba por las pertinaces sequías.

El 27 de mayo de 1670 llega la queja del concejo almonteño ante el padre corrector del convento de Mínimos de Almonte, sobre la problemática de quien debía sacar a la Virgen y consiguiente devolverla a su altar, que era obligación del concejo, justicia y regimiento de esta villa; y si así lo estimaban los Padres “frailes del convento”, podrán portarla durante el recorrido. El Convento de los Mínimos de Almonte se fundó en 1574, mismo año que se hicieron cargo de la ermita del Rocío, hasta 1597. Retornaron en 1659 hasta aquel 1670. Los frailes, a quien la documentación municipal los denominan “Padres de la Virgen”, reivindicaban derechos que quizás no poseían, alegándoosle el propio ayuntamiento ser patrono y dueño de la imagen.

Una vez ya ajustada la fecha al segundo día de Pascua de Pentecostés, fiesta que duraba un día, se seguiría celebrando misa en honor al Dulce Nombre de María el 17 de septiembre en la ermita del Rocío, donde no procesionaba la Virgen. La celebración del Dulce Nombre seguiría produciéndose hasta poco años después, donde deja de mencionarse en la documentación.

Hoy, 17 de septiembre se cumple aniversario de aquellas primeras “Romerías del Rocío”, que tras unos primeros años de timidez localista, resurgió y se expandió sin límites durante la centuria del siglo XVIII, siendo el año de la Coronación Canónica el último empujón para traspasar fronteras llegando a cualquier rincón del mundo.





Por Javi el almonteño

Bibliografía:

A.M.A. Actas Capitulares de Almonte. Leg. 5, 6 y 11.

MUÑOZ BORT, D.: El ayuntamiento de la villa de Almonte y la expansión de la devoción a la Virgen del Rocío (Siglos XIV – XX). Parte tercera”, revista Exvoto, nº 2. Sevilla, 2013. Pp. 37 y 38. 


FLORES CALA, J.; Historia y documentos de los traslados de la Virgen del Rocío a la villa de Almonte. 1607 – 2005. Cuadernos de Almonte. Sevilla, 2005.

Catecismo Litúrgico, compuesto y ordenado para la mayor instrucción de jóvenes eclesiásticos. Por el M. R. P. Miguel Enguid de los clérigos menores. Tomo segundo. Que trata de las rúbricas del Breviario ilustradas con los decretos de la Sagrada Congregación de Ritos. Madrid, Por Cano. 1802.

EICHMAN OEHRLI, A. Cancioneros marianos de charcas, Universidad de Navarra. Iberoamericana - Vervuert, 2009.